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Comenzamos con poca algarabía y hasta con menos recursos: creamos un santuario para los animales sin hogar y con necesidades especiales literalmente desde los cimientos, abrimos caminos y construimos edificios con nuestras propias manos. Estábamos creando un mundo mejor a través de la bondad hacia los animales.
Incluso en esos primeros días, cada acto aislado de salvamento importaba, por pequeño o invisible que fuera. Porque no estábamos construyendo solo un santuario. Estábamos colocando los cimientos para cambiar cómo este país ve y se ocupa de los perros y gatos sin hogar.
En la actualidad, el Santuario sigue siendo nuestro pilar y a lo largo de nuestro crecimiento, los socios de nuestra red nacional y los centros de salvamento se han convertido en plataformas para la innovación y la inspiración.
Estamos llevando tácticas tangibles para salvar vidas a albergues y grupos de rescate en los Estados Unidos, llegando a cada comunidad en el país.
Pero incluso hoy en día, se sigue tratando de simples actos de bondad y la creencia de que cada animal merece una oportunidad.
Al trabajar juntos, estamos construyendo sobre una base de compasión e inclusión para ayudar tanto a las mascotas como a las personas. Nos aseguramos de que todos tengan el mismo acceso a mascotas amorosas y que toda mascota adoptable tenga acceso a la comodidad de un hogar de acogida, en lugar de una jaula en un albergue.
Durante los últimos años, Best Friends ha recopilado información sobre albergues para animales en todo el país, lo que nos da un panorama más preciso acerca del estado del bienestar de los animales en los Estados Unidos. Esta información ha guiado nuestra labor y nos ha mostrado por qué las mascotas en todas las comunidades necesitan ayuda.
Ahora entendemos que algunas de las razones por las que las mascotas terminan en los albergues se deben a la desigualdad en el ámbito de las viviendas, la falta de acceso a cuidados veterinarios y otras disparidades en los recursos. Estos problemas sociales ocurren cuando las comunidades marginadas no tienen acceso igualitario a educación de calidad, buenas oportunidades de trabajo y la posibilidad de crear un patrimonio generacional. Básicamente, estos sistemas alimentan la desigualdad y la injusticia, lo cual crea un flujo de mascotas sin hogar que ingresan a los albergues del país.
En Best Friends, creemos que todo está conectado con todo. Es por esto que incorporamos la diversidad, la justicia y la inclusión en nuestra estrategia para crear un enfoque más sustentable y holístico a fin de alcanzar nuestras metas y nuestra misión. Se trata de que todos participen y de trabajar para reconocer y entender por qué no se hizo esto desde un principio.
No-Kill, como principio filosófico, significa salvar a todos los perros y gatos en un albergue que pueden ser salvados. Pero es útil contar con una manera de medir claramente el progreso de salvamento a medida que avanzamos juntos, y ahí es donde entra en juego la referencia del 90%.
Un índice de salvamento del 90% de los animales que ingresan a un albergue es un indicador considerable y lógico para medir el progreso de salvamento. Por lo general, el número de mascotas que sufren de problemas irreparables, ya sean médicos o de comportamiento, que comprometen su calidad de vida e impiden que sean ubicados en otro hogar no supera el 10% de todos los perros y gatos que ingresan a los albergues. Por lo tanto, denominamos No-Kill a aquellos albergues que cumplen con el parámetro del índice del 90% de salvar vidas.
El objetivo principal, sin embargo, es asegurar que todos los albergues cuenten con los recursos para salvar a cada perro y gato que pueda ser salvado, ya sea que ese porcentaje sea del 90% o menor.
Salvar las vidas de perros y gatos en los albergues para animales es la responsabilidad de cada comunidad. Los albergues para animales y el personal que trabaja allí solo pueden desarrollar y mantener programas de salvamento si cuentan con el apoyo y la participación de la comunidad.
